Hoy me ha dado por pensar en lo que han evolucionado los móviles de gama baja. Y no hablo solo de lo que vemos en las especificaciones técnicas, sino de lo que realmente nos ofrecen en el día a día, sobre todo si lo comparamos con lo que podíamos conseguir hace apenas una década.
¿Recuerdas un móvil barato en 2014?
En 2014, si te comprabas un móvil de gama baja por menos de 150€, te llevabas a casa un terminal que sufría con casi todo:
- Apenas 1 GB de RAM (si tenías suerte).
- Pantallas con resolución inferior a HD.
- Cámaras que daban pena incluso con buena luz.
- Almacenamiento de 4 o 8 GB, de los cuales el sistema ya se comía la mitad.
- Procesadores lentos, que hacían que abrir una app como WhatsApp o Facebook fuera una prueba de paciencia.
Y ni hablemos de la experiencia general: lags, bloqueos, actualizaciones que nunca llegaban y una sensación constante de “esto es lo que hay”.
¿Y ahora qué tenemos?
Hoy, por menos de 150€, puedes conseguir auténticos todoterreno. Por poner un ejemplo reciente, móviles como el Moto G24 o algunos modelos de Xiaomi o Realme ofrecen:
- Pantallas grandes con resolución HD+ o incluso Full HD.
- 4 o 6 GB de RAM y hasta 128 GB de almacenamiento.
- Procesadores decentes que permiten usar redes sociales, YouTube, navegar y hasta jugar con fluidez.
- Cámaras de 50 MP que, aunque no sean de gama alta, son más que suficientes para fotos diarias.
- Baterías de 5000 mAh que aguantan todo el día sin despeinarse.
- Android 13 o 14, con un sistema fluido y (en muchos casos) sin capas pesadas.
¿Qué ha cambiado?
En parte, el avance de la tecnología ha permitido abaratar costes sin sacrificar tanto la calidad. Pero también hay una clara democratización del acceso a buenas experiencias móviles. Hoy en día no necesitas gastarte 600€ para tener un móvil funcional, fluido y agradable de usar. Y eso, sinceramente, me parece una maravilla.
Como usuario, como desarrollador de apps y como apasionado de la tecnología, me alegra ver cómo los dispositivos más modestos ya no son sinónimo de frustración, sino herramientas capaces de conectar, crear y disfrutar.
¿Y tú qué opinas? ¿Has probado algún gama baja últimamente que te haya sorprendido? Te leo en los comentarios 👇