Normalmente ponemos el foco en las cosas que queremos corregir, sobre todo con nuestros hijos o nuestros alumnos. Estos mensajes son percibidos como mensajes negativos. Si todos nuestros mensajes o la mayoría de ellos se limitan a mensajes negativos, es difícil percibir lo que esta bien, ya que solo orientamos sobre lo que está mal, pero dejamos de lado lo que sí que se hace bien y se debe potenciar, y claro esto no resulta muy motivador.
Los adolescentes y los niños necesitan que les orientemos en lo que está bien y en lo que está mal, y debemos encontrar un mensaje para que no se ‘vengan abajo’. Balance.