Alea iacta est

«Alea jacta est» (La suerte está echada )

Julio Cesar

Esta frase se le atribuye a Julio César tras cruzar el río italiano Rubicon con sus tropas. En aquella época marcaba el límite entre Italia (Roma) y la Galia, provincia asignada a Julio Cesar, y al cruzarlo con sus tropas en el año 49 A.C. supuso el inicio de una guerra civil.

Se cree que Julio César dudó antes de cruzar el río Rubicon, consciente de que suponía un punto de no retorno, una vez hecho ya no había vuelta atrás. Sabía que el Senado Romano no toleraría un acto de traición de semejante calibre, y en caso de fracasar lo pagaría bien caro.

El propio Julio César era consciente del riesgo que conllevaba está acción, pero posteriormente demostró que estaba bien preparado y capacitado para enfrentarse y derrotar a sus enemigos. Cruzar fue una decisión difícil para Julio Cesar, ya que suponía un gran impacto en su vida, en la de sus tropas y en la propia Roma, y sus consecuencias resonarían durante mucho tiempo.

Pero finalmente Julio César cruzó el Rubicon, empezó a escribir su propia historia, con la seguridad del que se siente preparado y respaldado, pero también consciente del impacto que tendría en toda Roma. Y entonces, seguramente entre la euforia y la contención, pronunció la famosa frase: «Alea iacta est», «La suerte está echada».