Afrontar nuestro destino, aceptar las cartas que la vida nos reparte y jugarlas lo mejor posible, no dejar que el viento en contra nos pare. Sin duda, lo que nos vamos encontrando en la vida es decisivo, pero también lo es cómo decidamos afrontar cada adversidad.
Cuando sabes que tu tiempo en este mundo es finito y que cada vez te queda menos, puedes tomártelo de varias formas:
- deprimirte, centrarte en tu mala fortuna, pensar en lo que habrías hecho en unas circunstancias diferentes, mejor.
- evadirte y no pensarlo, seguir como si no fuese contigo.
- aprovechar el tiempo al máximo, y no dejar que esa ‘condena’ te afecte a tí y los que te rodean, incluso que te motive para aprovechar mejor el tiempo y hacer cosas que siempre has querido hacer y que no has hecho. Afrontar la muerte de cara y usarla en tu beneficio.
Tú decides.